Hay gustos de todo tipo, y aunque se piensa que a los hombres solo les gustan las mujeres guapas y delgadas, estamos muy equivocados.
Cada vez son más las chicas con gran peso que aparecen en páginas de webcamers, haciendo cumplir las fantasías de todo aquel que entra en su sala. Esto ocurre sobre todo en EEUU, que está muy de moda y, en algunos casos, las chicas pueden llegar a ganar hasta 500.000 dólares diarios.
De hecho existen dos tipos de parafilias como el “feederismo”, que es la gente que se excita al ver comer o los “squashers”, que se excitan al verlas sentarse sobre personas u objetos. Los hombres que tienen estos gustos tan especiales se sienten atraídos por el volumen de sus grandes caderas y de su trasero.
A pesar de su gran problema de peso, consideran que la salud es algo primordial y constantemente se hacen chequeos médicos, pero todas las chicas y mujeres que se dedican a ello quieren seguir aumentándolo para ser mucho más atractivas.
Algunos ejemplos del éxito de estas webcamers con obesidad morbida son:
Carla Finley: Esta mujer de menos de 30 años, se gana la vida gracias a consumir alimentos a través de una webcam para cumplir los deseos sexuales de algunos hombres. Debido a esto fue por lo que decidió aumentar de peso, ya que a ella le gusta verse así porque se siente sexy. Para asegurarse su puesto, esta mujer puede llegar a consumir hasta 10.000 calorías diarias, llevando a cabo diferentes sesiones de webcam con las que ha llegado a ganar hasta 500.000 dólares diarios por frotarse y agitar su barriga delante de la cámara.
Bobbi-Jo Westley: Esta mujer de 43 años decidió sacarle partido a la obesidad mórbida que sufre. Comenzó a subir videos consumiendo grandes cantidades de comida utilizando diferentes poses provocativas. Además los frota sobre su cuerpo para que la grasa se quede en ella, ya que excita a muchos de sus clientes. Esta mujer, que pesa 220 kilos, es madre de cinco hijos y no tiene ninguna vergüenza de enseñar su cuerpo ante las cámaras ya que muchos hombre la hacen sentir atractiva.
Cristina Paez: Esta madre de tres hijos vive en Oregon y pesa 279 kilogramos. Tras la muerte de una de sus hijas, comenzó a encerrarse en casa y fue ganando poco a poco mucho peso. Pero encontró la manera de ser feliz a través del modelaje BBW, que se especializa en obesas mórbidas posando desnudas.
Jennifer Bennet: Esta mujer de 31 años de Boston pesa 190 kilos, y los hombres la pagan por sentarse encima de ellos. “Sinfully Devine” como se hace llamar en internet declara que ha engordado bastante desde que empezó, ya que eso le ayuda a seguir sumando éxitos. Además, en su página web se la puede ver comiendo en una piscina a través de un embudo, el cual es uno de sus videos más vistos.
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