Esta joven actriz porno de 23 años ha decidido dar un giro de 180 grados a su vida: deja el mundo del cine para adultos para dedicar su tiempo al deporte. A partir de ahora equipos como el Washington Dc, Wizards o Capitals podrán contar con su apoyo.
Tras su debut en 2014 y el éxito obtenido destronando a Lisa Ann, Mía se ha cansado de este mundo y busca nuevos desafíos profesionales a los que dedicar su vida. Esta decisión quizás haya podido ser motivada por los ataques que lleva recibiendo desde hace tiempo por sus posados en su perfil de Instagram. Las críticas, además, acrecentaron durante el mes sagrado del Ramadán, ya que es libanesa pero no musulmana, y enseñaba todo lo que quería en esta red social.
Por su parte la actriz explica que esto no ha sido el motivo de su abandono del cine X, ni tampoco que llevara más de un año sin rodar una película si no que en realidad esto no era para ella, quiere mejorar su imagen y alejarse del mundo del porno.
Con ello quiere aprovechar su popularidad para apoyar a sus equipos favoritos de béisbol, baloncesto y hockey sobre hielo, de los que se declara una gran hincha, habiendo lucido las camisetas de algunos de los jugadores de sus equipos favoritos en las imágenes de las redes sociales, donde sus fans han reaccionado claramente.
La revolución del porno árabe
El origen de esta ex-actriz porno fue lo que le dio la gran popularidad que ahora tiene: que fuera árabe y no buscara el anonimato como otras chicas que ejercen su profesión fue lo que hizo que hablasen de ella continuamente y fuera el centro de numerosas críticas.
Mia recibió serias amenazas por la profesión que ejercía tanto por parte de su país como del resto del mundo árabe. Esto no lo causó el simple hecho de dedicarse al mundo del porno, si no que fue capaz de hacer con su cuerpo lo que le venía en gana sin pensar en lo que iba a suponer para las personas con su mismo origen, aceptando todo tipo de críticas.