Desde la llegada de la economía de mercado a Rumania negocios como la industria del sexo han florecido como nunca. Desde el pequeño país balcánico proceden algunas de las estrellas del cine para adultos -y, sobre todo, de los videochats porno- más atractivas y populares de la actualidad. Basándose en la web de Statista, el salario promedio de los rumanos apenas alcanza los 350 dólares mensuales por lo que muchos han tenido que pluriemplearse para poder hacer frente a sus gastos. Desde hace más de una década miles de mujeres rumanas han entrado en el negocio de los videochats porno para poder subsistir, ya que sus empleos convencionales no les permiten pagar las facturas. Además, una tercera parte de los nuevos graduados universitarios tienen muy complicado encontrar un empleo asequible. Cientos de miles de rumanos emigran cada año a países como Alemania, Francia, Italia o España. Quienes deciden quedarse en su hogar mayoritariamente optan por trabajos bien pagados como los relacionados con la pornografía. Este cúmulo de circunstancias han propiciado que un pequeño país como Rumania sea una auténtica potencia mundial en la industria para adultos.
Se estima que en el antiguo satélite comunista hay más de dos millones de mujeres registradas en plataformas de videochats porno –100.000 activas-. Decenas de estudios de este tipo operan en los alrededores de Bucarest, la capital rumana. Al mismo tiempo miles de chicas trabajan como camgilrs de manera independiente desde sus casas. Rumania –con permiso de Colombia- es el país que mayor número de modelos webcam aporta a la industria. Con aproximadamente un 12% del total de camgilrs, el país balcánico –con apenas 20 millones de habitantes- no tienen parangón en el planeta. Aunque países como Estados Unidos, Colombia o Rusia aportan una cifra casi similar de modelos webcam debemos tener en cuenta que tienen una población muchísimo mayor que Rumania. Las chicas rumanas tienen todo cuanto un estudio de videochats porno busca: belleza, buen nivel de inglés y mala situación financiera. Esto ha generado que el país balcánico sea un auténtico exportador de camgirls y de actrices porno.
Respecto a la industria para adultos convencional –es decir, el cine porno- esta no se diferencia mucho de la del resto de competidores. Los usuarios rumanos suelen consumir los mismos contenidos que españoles, franceses, alemanes o estadounidenses. Según el portal Pornhub, durante 2021 los términos más buscados por los rumanos fueron “Rumania”, “porno rumano”, “lesbianas”, “Hentai”, “Milf” y “anal”. En cuento al género de los consumidores, el 79% de los visitantes rumanos se identificaron como varones frente al 21% que lo hizo como mujeres. Desde Rumania provienen algunas de las pornstar y modelos de videochats porno más deseadas y populares de la industria erótica. Según el portal especializado en informar sobre actrices porno XXXbios, las estrellas rumanas más reconocidas son Sofia Gucci, Mistress Mira, Black Angelika, Jasmine Black, Sensual Jane, Sandra Romain, Donna Bell y Jasmine Rouge. Todas chicas hermosas y comprometidas con su trabajo que en muchas ocasiones comenzaron como camgirls. En estos momentos la industria para adultos rumana es reconocida como una de las más profesionales y que mejores contenidos de calidad aporta del planeta.
A pesar de encontrarse dentro de la Unión Europea en Rumania todos los bienes y servicios se pagan con la moneda local: el leu rumano. Las diferentes crisis económicas que ha presenciado el país desde la caída del comunismo han propiciado que el leu se haya depreciado muchísimo. Algo que puede afectar a los inversores extranjeros que quieran invertir en la industria erótica rumana. No obstante, el país recibe un apoyo económico considerable de parte de la Unión Europea y sistemas de pago como Visa o Mastercad son ampliamente aceptados. Por otra parte, como está ocurriendo en muchas otras partes del globo, los rumanos no son ajenos a las criptomonedas. En los últimos tres años las transacciones mediante esta moneda digital se han multiplicado por tres en Rumania. Los intercambios en criptomonedas más frecuentes en el país balcánico operan a través de eToro, Coinbase, Coinmama, Bitpanda, Bity, Bitstamp y Bitcoin Romania.
Rumania es un país donde la industria del cine erótico y los videochats porno no está regulada y apenas tiene restricciones. Sin embargo, quienes deseen invertir en Rumania en negocios de este tipo deben consideran algunas limitaciones. Concretamente, el gobierno rumano no permite los matrimonios entre personas del mismo género. El colectivo LGTBI sigue siendo un tema tabú entre los rumanos. Los gais, lesbianas y bisexuales rumanos no pueden manifestar en público su sexualidad. En este sentido los inversores deben ser muy cautos a la hora de escoger los contenidos y a los trabajadores que van a operar en sus plataformas. No obstante, los tiempos están evolucionando y cambiando en el país balcánico. Estas restricciones con total seguridad representarán muy pronto una nueva oportunidad de negocio para los inversores. La ciudadanía rumana es cada vez más permisiva con estos asuntos, por lo que probablemente el gobierno tenga muy pronto que modificar estas políticas. La liberación del colectivo LGTBI supondría una mina de oro para la pornografía convencional y los videochats porno de Rumania.
Por último, los estudios e inversores deben también estar atentos a garantizar que la mayoría de las transacciones económicas se hagan de manera virtual para reducir los costes de las tarifas. En Rumania, a menudo, los sitios para adultos hacen uso de soluciones financieras específicas de alta seguridad, por tanto, no hay que preocuparse por posibles estafas. Rumania es un nicho de pornografía esencial para cualquier inversor potencial. Un país a la vanguardia en todo lo relacionado con el cine para adultos, la pornografía en realidad virtual y los videochats porno.