¿Cómo reconocer un vendedor de juguetes sexuales seguro?
En los comienzos de la industria del placer, a penas se escuchaba temas sobre qué tipos de juguetes se vendían o que silicona es la más segura para el cuerpo. Había un total secretismo en todo lo relacionado con los juguetes sexuales. Nadie quería hablar sobre ellos porque sentía vergüenza al hacerlo. Para la mayoría de las personas, cuanto menos se hablara sobre esta industria, mejor. Afortunadamente, esta manera de pensar ha cambiado por completo en la actualidad. Hoy en día, ya no se considera un tabú hablar de juguetes sexuales. En el cine para adultos, en las webcams porno y, sobre todo, en las relaciones sexuales de pareja los juguetes son muy codiciados y respetados. Junto a nuestra nueva actitud positiva hacia este tipo de dispositivos de placer ha surgido una mayor concienciación sobre los materiales que se usan para la fabricación de estos artículos. Los grandes fabricantes de juguetes eróticos no escatiman a la hora de desarrollar dispositivos divertidos y éticos. También emplean parte de sus ingresos a fabricar un tipo de juguete que sea bueno para el cuerpo, pero también para el medioambiente. Pese a ello, todavía existen muchas dudas sobre cómo reconocer a un vendedor de juguetes honesto y honrado con sus clientes. ¿Cómo podemos averiguar si un vendedor de juguetes está siendo leal con los intereses de los usuarios? En el artículo de hoy, veremos qué las claves al respecto.
¿Cómo es un vendedor de juguetes sexuales leal?
Transparencia: un proveedor de juguetes sexuales fiable es aquel que es 100% transparente. Los fabricantes seguros deben incluir toda la información relativa a los materiales con los que son elaborados los juguetes, su fecha de caducidad y su modo de empleo. Además, muchos suelen adherirse a leyes progresistas por las cuales informan en sus páginas oficiales sobre el trabajo, los salarios, la seguridad y la accesibilidad de sus empleados. La fabricación ética de juguetes eróticos debe incluir un tipo de producto seguro y fiable para el público. Esto significa que deben estar regulados por un organismo oficial. Asegurándonos de que el fabricante tiene un comportamiento adecuado con sus trabajadores es un claro indicativo de que el producto que vamos a adquirir es justo lo que esperamos. Por el contrario, aquellos proveedores que no facilitan el acceso a información sobre el material, el modo de empleo o las condiciones de trabajo de sus empleados es una señal alarmante. Debemos huir de este tipo de fabricantes, puesto que sus productos suelen ser perjudiciales para nuestra salud. Además, la mayoría no cumple con las expectativas que dicen afirmar.
Premios y certificaciones: otra señal que nos avisa de que estamos comprando el juguete que de verdad nos hará sentir más placer durante el sexo o las sesiones de webcams porno son los premios o certificaciones que pose. Cuando un proveedor cuenta con premios de esta industria o las certificaciones adecuadas, significa que cumple con los estándares de calidad. Las certificaciones son sellos que aparecen en las webs oficiales de los fabricantes o se colocan directamente sobre el artículo de placer. Los sellos de este tipo son sinónimo de responsabilidad, transparencia y calidad. De la misma manera, es importante fijarse en que esta clase de certificados cumple con la legislación vigente en cada lugar. Por ejemplo, en los Estados Unidos los juguetes sexuales han de cumplir los requisitos de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo. Además, también deben incluir el sello ISO.
Fabricación artesanal: aunque no es imprescindible, lo cierto es que los fabricantes que optan por la elaboración a mano de sus productos casi siempre son los más seguros y fiables para el consumidor. Hay muchos proveedores que prefieren la calidad sobre la cantidad. En lugar de emplear máquinas y cadenas de montaje para la fabricación de juguetes optan por la mano del hombre. Por ejemplo, pulen los juguetes eróticos a mano, de modo que evitan el empleo de ciertos productos químicos que son muy contaminantes para el medio ambiente y puede que también para las personas.
Ese es un cambio en la manera de trabajar que muy pocas compañías están dispuestas a llevar a cabo. Cuando se lleva un modelo de negocio de esta manera, los juguetes que se fabrican están diseñados para durar mucho tiempo. Es decir, no se descomponerán rápidamente, sino que duraran años. Obviamente, esto implica que el juguete seguramente también cumple con nuestras expectativas. En lugar de tratarse de juguetes sexuales de mala calidad que terminan rápidamente en el vertedero, se trata de artículos que pasarán años en la nuestra mesita de noche. Por ello, la mayoría de estrellas del cine para adulto y las webcams porno adquieren estos juguetes para su profesión.
Modelo físico realista: los fabricantes de juguetes eróticos éticos no solo aplican esta forma de proceder en el diseño, elaboración y fabricación de sus artículos... Lo cierto es que también aplican este modelo de negocio respecto al físico, el género, la sexualidad y la etnia de todo el público. Cuando se usan modelos masculinos o femeninos con cuerpos atléticos o con una única etnia o orientación sexual se está excluyendo a la mayoría de los interesados. Un fabricante seguro es también una empresa que realista y concienciada con el aspecto físico de todos, no de unos pocos. Por lo tanto, un fabricante fiable es aquel que muestra modelos de personas realistas. También es aquel que cuenta historias reales con las que los consumidores pueden identificarse. Al fin y al cabo, esto supone deshacerse de los estigmas sociales y todo lo que rodea al clásico estereotipo de cuerpo atlético y delgado. Fijese en que los modelos que emplea un proveedor se aproximan a la condición física de la mayoría de los mortales, no a la de los artistas de cine adulto o las modelos de webcams porno.