Algunos lo tachaban de una moda pasajera, pero lo cierto es que el sexo en público se ha vuelto una de las prácticas o al menos fantasías eróticas más recurrentes de los últimos tiempos. El sexo en playa, en los parques, en servicios públicos, es ahora un acto sexual casi tan aceptado como cualquier otro. Ya nadie, sobre todo los más jóvenes, se escandaliza al escuchar una conversación en la que se comentan las imágenes o videos de una pareja teniendo relaciones sexuales en lugares públicos. Desde ascensores hasta centro comerciales, pasando por parkings o probadores de ropa, las posibilidades de tener sexo en lugares públicos son casi tan infinitas como la variedad de modelos que podemos encontrar en las webcams de sexo en vivo.
Sin embargo, lo que la mayoría ignora es que hasta hace bien poco este acto sexual era un tema muy controvertido. En los años setenta y ochenta el simple hecho de hacer referencia a estas prácticas sexuales era objeto de numerosas críticas, y sus practicantes eran tachados de personas sin ética y desvergonzadas. Ahora, por el contrario, la mayoría de las personas lo toma como algo normal. Incluso en estos años ha surgido otra moda ligada al sexo en público con muchos adeptos denominada “cruising”. El “cruising” es un término que se utiliza para referirse al sexo en lugares públicos entre personas homosexuales y con desconocidos. Se trata de una actividad sexual con gran aceptación y de la que se han escrito numerosos libros, blogs y foros. No obstante, el gran problema del “cruising” es que es un acto sexual considerado inmoral e incluso penado con años de cárcel en muchos países.
Sexo en sitios públicos
Volviendo a lo que nos atañe en este artículo, lo cierto es que el sexo en lugares públicos es una de las fantasías más recurrentes entre la gente. Practicar sexo en sitios públicos es lo que más anhelan muchas personas, en especial, los hombres. Pero, ¿por qué este interés en el sexo en público? Pues bien, los expertos coinciden en que la emoción, la inquietud y la adrenalina que produce en nosotros el miedo a ser pillado en el acto, es lo que hace que esta actividad sexual se haya convertido en una de las más populares de los últimos años. El miedo a ser pillados «in fraganti» hace que las relaciones sexuales de este tipo sean mucho más emocionantes, divertidas y placentera. Tanto que sus afines se sienten como si estuvieran en los sets de rodaje de las películas para adultos o frente a las cámaras de las webcams de sexo en vivo.
¿A quién no le excita tener sexo en lugares diferentes mientras es observado por gente desconocida que pagarían por estar en su lugar? Sin duda, a muchos nos encantaría poder estar en una posición tan privilegia. Además, el sexo en público es una forma magnífica de salir de la rutina sexual. Una manera muy divertida y excitante de darle un giro de 180 grados a nuestra vida sexual. Quizás por ello, ya hay cientos de asociaciones, y grupos que se congregan en diferentes lugares para tener sexo entre ellos. Incluso en Internet hay numerosos portales webs que se encargan de aconsejar a quienes quieren iniciarse en esta actividad sexual. Entre los sitios públicos preferidos por estas personas destacan la playa, los probadores de los centros comerciales, los baños públicos y, por supuesto, el capó de los coches.
Claves para practicar sexo en público con seguridad
¿Quieres practicar sexo en público, pero no sabes bien cómo hacerlo? Tranquilo, aquí te desvelamos las claves para que puedas tener el mejor sexo en público. A la hora de tener sexo en sitios públicos, lo más importante es la rapidez y la descripción. Por su naturaleza, esta clase de encuentro sexuales tienen que ser rápidos y tienen que tratar de llamar lo menos posible la atención. Por un lado, tienen que ser un “aquí te pillo, aquí te mato”. No hay tiempo para los preliminares o para la improvisación como si sucede en las webcams de sexo en vivo. Ambos participantes deben ser efectivos, centrarse en el placer y en la penetración desde el primer instante. Obviamente, esta rapidez supone llevar ropa fácil de quitar, o bien únicamente quitarse las prendas necesarias para poder llevar a cabo la penetración.
Por otra parte, la descripción es de vital importancia. Hablamos de un acto sexual que en muchos países está penado por la ley. Por lo tanto, se trata de llevarlo a cabo en un lugar público, pero donde resulte complicado que nos pillen. Es por ello que la playa, los aseos públicos o los probadores de los centros comerciales suelen ser los sitios preferidos por los amantes de esta actividad sexual. Asimismo, las posturas sexuales en esta práctica son también de importancia. Como puedes imaginar, tener sexo en público a veces no te permitirá realizar las posiciones que más te gustan. En muchas ocasiones hacerlo de pie o apoyados contra la pared será el único modo. No obstante, no tenéis por qué limitar vuestra imaginación a solamente esas posturas. También podéis jugar por debajo de una mesa, sentados en una butaca, encima de un capó de un coche…
En conclusión, el sexo en público es otra perversión como cualquier otra. Se trata de una fantasía, una actividad sexual, tan sana, divertida y placentera como, por ejemplo, el fetichismo o la masturbación en las webcams de sexo en vivo. Lo principal es que ambos disfruten de la experiencia. Además, no tienes porque estar rodeado de personas ni de mirones, tan solo tienes que estar en un lugar en el que alguien pueda aparecer por sorpresa.